Millones de pingüinos, focas y aves marinas observan, a la espera de una pausa el interminable invierno polar, que llegue la primavera a las playas antárticas. Con el buen tiempo, una mezcla curiosa de primavera y verano reemplazará el frío durante un periodo de tan sólo cuatro meses. Todos los animales están en la casilla de salida para empezar la fiesta del amor más rápida del mundo. Cuando la silenciosa calma del Polo Sur se convierte en una algarabía de atascos, empujones, graznidos, peleas y emparejamientos…