Un grupo folklórico español va a París contratado por un empresario francés, pero éste huye, dejándolos abandonados y sin recursos. Pastora, bella sevillana, recuerda que tiene en París un amigo pintor, y con sus compañeros acude a pedirle ayuda para regresar a España. El pintor se muestra dispuesto, pero antes tiene que vender un cuadro a un rico inglés para obtener recursos. El inglés acude al estudio y ve a Pastora, quedando enamorado, y en vez de comprar el cuadro propone a los artistas pagarles el viaje de vuelta si Pastora se queda con él en París.