Paradigma del viaje como liberación y encuentro entre los seres humanos, la hermosa relación que se establece entre dos hombres (un reparador de proyectores de cine y un hombre deprimido tras el colapso de su matrimonio), a lo largo de un nostálgico viaje por la frontera que separa las dos alemanias, se convierte, en manos del singular director Wim Wenders, no sólo en el film que vuelve a implantar el cine alemán en el panorama internacional (junto a la obra de Fassbinder), sino en la mejor road movie alemana de todos los tiempos. Una obra clave del cine europeo moderno.