Barcelona, 1860. El señor Esteve, propietario de una mercería y orgulloso de su hijo, asiste al bautizo de su nieto que, años más tarde, decidido a convertirse en un artista de renombre, parece no querer continuar la tradición y hacerse cargo del negocio familiar. (De esta película solo sobreviven copias mal conservadas y severamente mutiladas, apenas 69 de un total de 108 minutos).