El sheriff Lester Sands viaja a Lindsborg con la esperanza de encontrar a unos forajidos que operan en la región. Él sospecha que se esconden en ese lugar porque hace poco asaltaron el Banco de un pueblo vecino. Y durante el atraco, dejaron herido al director, motivo por el cual su hija Miriam, acompañada de cinco vigilantes del Banco, ha seguido las huellas de los asaltantes hasta allí. Con este suceso y la actitud del alcalde del pueblo, al sheriff le quedan confirmadas sus sospechas y prevé que tarde o temprano tendrá que enfrentarse a esos pistoleros.