Lady Godiva se casó con Leofric, conde de Chester, hacia el año 1040. Según Roger de Wendower, cronista del siglo XIII, Godiva rogó a su marido que redujera los impuestos que abrumaban a los habitantes de Coventry. El conde accedió, pero con la condición de que su mujer atravesara desnuda las calles de la ciudad, cosa que hizo cubriéndose únicamente con su larga cabellera. Se cuenta también que la población, por respeto hacia ella, se encerró en sus casas para no mirarla. Sólo la vio un indiscreto que desde entonces fue llamado Peeping Tom, Tom el Fisgón.