Palestina 1914. Una mañana de julio, Soliman, un joven Palestino y Jacob, su amigo Judio, comienzan a construir una casa en Beit-Sajour, en las colinas de Judea, con piedras traidas de Beit-Yala, mientras la aparente quietud del lugar es interrumpida por ráfagas de violencia que anticipan los futuros días de la guerra.