Emilio es un tipo anodino con una vida anodina. Sólo disfruta haciendo monólogos como cómico amateur sobre el escenario del mismo local en que comenzó tiempo atrás. Pero, a sus 40 años, su sueño de triunfar como cómico no se ha cumplido. A diferencia de Carla, que es una cómica famosa con su propio programa de televisión. Una noche, Emilio le pinta a Carla unos bigotes en uno de los carteles que anuncian su programa. Unas noches después, Carla se presenta en el local donde actúa Emilio.