Vendimia en Rasiguères, un pueblo de los Pirineos franceses. Un mes de intensa vida en común. Reminiscencas, en vísperas de su descanecimiento, de los tiempos de trabajo colectivo en el campo. Los viejos gestos, tan viejos como las viñas, retomados y hechos suyos por los temporeros de hoy. Sus canions y fiestas, las historias y acontecimientos efímeros y sin importancia de la temporada, los días de sol y de lluvia, todo queda inscrito en la memoria del lugar y en el transcurso del tiempo. Como la gente que aparece y desaparece, hasta un día en que la máquina vendimiadora pondrá fin a este continuo.
Rodada con película de blanco y negro, como un documento del pasado.