Amado es un empleado de una cervecería que sueña con triunfar en el fútbol. Soñador empedernido manda una carta al olimpo de los deportistas. Allí la asamblea de campeones decide mandarle el espíritu de un gran goleador para que le ayude. No obstante, el diablo, un luchador sin suerte, decide tomar el lugar del futbolista y convertir a Amado en campeón de lucha libre. Se trata de una de las primeras incursiones del cine mejicano al sub-genero de películas de lucha y la precursora de tantas otras que se sucedieron a lo largo de las decadas de los años 50 y 60.