Drako narra un relato de amor enfermo, en el que el secuestro emocional y la violencia dominativa son las notas consonantes. Drako es un cantante de punk que posee una gran capacidad de seducción, así como la facilidad para hacer daño a aquellos que le aman. El triángulo amoroso interpretado por los actores Facundo Muñoz, Rubén de Marina y el propio realizador de la cinta, Francisco Brives, conducirá la trama a un desenlace inevitable, indagando en un tema poco tratado por el momento: el maltrato tanto físico como psicológico en las parejas homosexuales.