Nicholas Vreeland, nieto de la legendaria editora de Vogue, Diana Vreeland, y formado por Irving Penn para convertirse en fotógrafo, dio un giro completo a su vida al conocer a uno de los maestros tibetanos del Dalai Lama. Poco después, renunció a una vida glamurosa para vivir en un monasterio en la India, donde estudió budismo durante catorce años. En un giro irónico del destino, Nicholas volvió a la fotografía para ayudar a sus compañeros monjes en la reconstrucción del monasterio. Recientemente, el Dalai Lama nombró a Nicholas como abad del monasterio, convirtiéndose en el primer occidental en la historia del budismo tibetano, en alcanzar esa posición de gran prestigio.