Mauro recorre la ciudad comprando cosas. Cualquier cosa, no importa qué. Porque Mauro es pasador. Y pasador es el nombre con el que se conoce en la calle al que cambia billetes falsos. Marcela y Luis viven juntos, ella está embarazada de algunas semanas. Luis y Mauro deciden instalar un pequeño taller de serigrafía para falsificar billetes artesanalmente. Mauro cambia los billetes grandes de noche en bares y discos. Se mueve discretamente, siempre solo; hasta que conoce a Paula.