Tony es un cineasta en alza con una gran película guardada en un cajón por motivos sentimentales. Tras su nuevo rodaje sufre un ictus dejándolo postrado en una silla de ruedas y con sus capacidades totalmente mermadas. Su esposa Lucía, agobiada por las deudas, decide buscar la película asociándose con el productor de Tony, para así poder venderla a unos distribuidores estadounidenses. Pero lo que puede parecer algo simple no lo es tanto: Las manías de Tony hacen que encontrar la película sea una tarea casi imposible. Al tiempo que Lucía va perdiendo la cabeza, en parte por la búsqueda, pero sobre todo el mal que acecha en la casa donde conviven. Todas sus pesadillas pueden hacerse realidad en cualquier momento, pero para arreglar su situación debe recuperar la película, y no se detendrá bajo ningún concepto.