Los padres de Juana I de Castilla, los Reyes Isabel la Católica (Lola Flores) y Fernando el Católico (José Luis López Vázquez) sufren al ver que la heredera al trono, la princesa Isabel (Paloma Hurtado) se ha hecho republicana. Por ello, se esfuerzan por encontrarle un marido a Juana, pero ésta solo tiene ojos para un playboy guaperas dedicado al mundo de la canción que viene de Flandes: Felipe, el Hermoso (Jaime Morey). La película tiene constantes alusiones a la política y sociedad española de principios de los años 80.