El Salar de Surire está ubicado en el altiplano chileno a 4.300 metros sobre el nivel del mar, en la frontera con Bolivia. En sus alrededores vive un puñado de ancianos, los últimos sobrevivientes de la cultura aymara en el área. Como telón de fondo, la maquinaria de una faena minera deambula por el paisaje, entremezclada con flamencos, vicuñas y llamas. SURIRE es una película que desde la observación y el lenguaje visual, retrata este espacio único en el que conviven la belleza natural, el absurdo humano, y el ocaso cultural.