Septiembre de 1944: los servicios de inteligencia de los aliados se enteran de que el coronel Sepp Dietriech encabeza un complot para asesinar a Hitler. El general Worden le encarga al Mayor Reisman, un oficial con un brillante historial aunque no muy disciplinado, dirigir un comando suicida cuyo objetivo será matar a Dietriech. Reisman deberá entrenar duramente a doce convictos extremadamente peligrosos que han sido condenados a muerte o a cadena perpetua.