Mientras que Irma es doctora en astrología, Manolo regenta un tablao flamenco. Entre ambos sólo hay una coincidencia: cada uno tiene un socio que le hace la vida insoportable. Un día, Manolo tropieza por azar con uno de los ganchos que la astróloga lanza en busca de clientes, y éste lo lleva a la consulta. En cuanto ella conoce los problemas de Manolo, se da cuenta de que él puede ayudarla a solucionar los suyos. Le propone entonces un plan: se trata de que cada uno mate al socio del otro. Así, nadie podrá relacionarlos con la muerte de una persona con la que no tienen ningún vínculo.