Robert Wraight y su esposa compran una granja en el territorio de Alberta, Canadá, con el sueño de vivir en un lugar limpio y sano donde criar a sus hijos. Cuando las plantas y los animales comienzan a morir, descubren que se debe a unas emisiones de gas de una compañía petrolera. Desesperados, deciden unirse a la lucha de un predicador de métodos poco éticos.