Tony Banana se convierte en un actor muy cotizado y un productor puertorriqueño le hace un ofrecimiento de producirle una película en Puerto Rico con la condición de que deje su mala vida. Rocky y Billy lo convencen de que tiene que celebrar, y la fiesta desata un caos. Los tres se ven involucrados en un lío que los llevará a cuestionar su amistad y madurez ante la vida.