Tommie, un confuso e inocente neoyorquino que atraviesa por un bache emocional, hace planes para ir a Princetown, un refugio vacacional gay, con la intención de pasar unos días divertidos. Su filosofía consiste en decir: “Sé gay y olvídate de la culpa”. Al llegar, tiene problemas para acomodarse y conseguir trabajo veraniego; sus esfuerzos para colocarse en calidad de “mozo de casa” sólo terminan en frustraciones. No tiene problemas para encontrar amantes, al contrario; disfruta numerosos encuentros sexuales. Pero su “chico soñado”, Ben, lo considera “de una sola noche” y lo deja plantado.