Justine (Nina Dobrev), una joven de 17 años, se ve involuntariamente implicada en el atraco de la joyería donde trabaja su madre (Jennifer Grant). Mientras espera en el coche, su novio y el hermano de éste se llevan el botín, pero antes uno de ellos dispara a un empleado y lo deja gravemente herido. Cuando su madre le relata lo sucedido, la joven se siente incapaz de confesarle la verdad.