Mariel y su marido, felizmente casados y que esperan un bebé, van a mudarse del departamento que alquilan actualmente a un departamento más amplio que recién acaban de reservar para la compra. Ella es arquitecta, y su jefa le dejó a cargo el diseño de cómo debe ser la iluminación de una colección de obras de arte. Todo marcha muy bien para Mariel, pero en la última ecografía algo no está bien. La gestación de su embrión se interrumpió. Ella convive desde ahora con la muerte que lleva adentro.