Un hombre de los paises del Este tiene la misión de desenmascarar y matar a uno de los ocupantes de un autobús antes de que llegue a la frontera. Por otra parte un administrador se ha llevado el dinero de la empresa en la que trabaja. Cuando el microbús sufre una avería acaban pasando la noche en la finca de un escultor. La mujer ciega del escultor, que compra por piedad las esculturas de su marido, haciéndole creer que las vendía gracias a su cualidad, se da cuenta, mediante el tacto, que las obras reproducen fielmente las facciones de la amante de su marido, que éste había introducido en casa como dama de compañía.