Singapur, 1942. Un submarino japonés lanza un torpedo contra un buque. Cuatro de los pasajeros (dos hombres blancos, un hombre negro y una mujer que decide ocultar el hecho de que es monja) suben a una balsa y quedan a la deriva en alta mar. Después de varios días de sufrimiento, la balsa llega hasta una isla desierta, donde el náufrago negro, al que uno de los blancos trata con desprecio, encuentra un machete muy útil que se niega a dejar a los demás.