Después de sobrevivr tres años siendo víctimas de trata sexual con fines de prostitución, el documental No seré la vida de mi recuerdo enamarca las voces, los sentimientos y la memoria de las hermanas Iris y Dulce. Con voces que se alternan, ambas reflexionan más allá de su vivencia que las obligó a vivir aisladas tanto de ellas mismas como una de la otra; hablando de temas como el acompañamiento femenino, las relaciones familiares, la importancia de reconocer la otredad, el machismo estructural y las posibilidades de vida fuera del ultraje.
"Este documental es un ejercicio que amplifica las voces de dos mujeres que alzan la voz por todas las que ya no pueden".