En la ciudad de Los Angeles se están produciendo una serie de asesinatos, y la policía asegura que detrás se encuentra un grupo de mercenarios, muy bien organizados que utilizan técnicas y armamento militar. La teniente Cornell, del servicio secreto del ejército, decide investiar, retrasando así la intervención quirúrgica a la que iba a se sometida para extraerle una bala de la cabeza.