Un peligroso asesino construye, paso a paso, sus proyectos criminales. En los ojos de cada víctima queda el reflejo de su macabra y oscura liberación. El inspector Amaldi (Luigi Lo Cascio) no tiene elección: para detener al asesino debe olvidar sus propios fantasmas y recorrer un doloroso camino de sangre. Se trata de una batalla contra el tiempo y a través del tiempo porque el horror siempre radica en el pasado.