El 2014, la turista canadiense Emily Spanton entra en un bar en París y conoce a un grupo de hombres que resultan ser policías franceses. Tras varias copas, la invitan a su oficina. Lo que sucede después es objeto de controversia: Emily denunciará a los policías por violación, pero ellos niegan todas las acusaciones. El largo proceso es intensamente cubierto por los medios de comunicación franceses. La película reconstruye el caso, mediante dramatizaciones de lo que pasó aquella noche, la intervención de la víctima y las declaraciones de diferentes profesionales del ámbito judicial.