Los problemas continúan en la apertura del taller. Julia tiene que enfrentarse a un nuevo reto: buscar a contrarreloj al propietario del cobertizo en el que está el taller. Sobre ella recae el peso del futuro trabajo de los vecinos del pueblo y no puede fallarles. Pero una nueva amenaza despertará viejos fantasmas: alguien está intentando boicotearla.