Los problemas comienzan cuando la pareja compuesta por Andrés Baeza (Álvaro Espinoza) y Sofía Leyton (Adela Secall) idean el falso secuestro de Sofía para obtener un millón de dólares de Arturo Montecinos (Jaime Vadell), el millonario padrastro de la joven. Esta arquitecta sofisticada e independiente debe esconderse entonces en la casa de Antonio Figueroa (José Secall), contador de la empresa de Andrés. Y aunque todo parece marchar sobre ruedas, ya que Arturo entrega el dinero al día siguiente, el asunto se complica de manera desastrosa. En esa casa Sofía conoce a Gabriel Figueroa (Cristián Arriagada), el hijo de Antonio, que es un médico recién egresado de medicina y todo lo contrario de Andrés: alegre, simple, fuerte, lleno de convicciones sociales y sin contradicciones. Sofía ve en él una segunda oportunidad que le entrega la vida, transformándose en su amante.