España 1936. Para que el General Franco pueda lograr sus objetivos militares necesita rodearse de hombres eficaces y en absoluta sintonía con sus ideales, hombres que siguieron ciegamente sus directrices, como Emilio Mola, ideólogo de la sublevación; Queipo de Llano, cuyas discrepancias con Franco le relegaron al ostracismo, Fidel Dávila, mano derecha de Franco durante la contienda y la posguerra o José Moscardo, el héroe del Alcázar de Toledo.