Sara (Belén Rueda) es una jueza que se traslada con su hija (Lucía Guerrero) al pequeño pueblo de Calenda para intentar rehacer su vida. Un suceso estremecedor le hará comprender que Calenda no es el apacible lugar que suponía. Por su parte, muchos vecinos tratan de explicar lo sucedido recurriendo a viejas leyendas.