La postal analizada por el laboratorio revela un dibujo en forma de sol que podría ser la firma de un ceramista. Helene está convencida de que Sebastian fue asesinado en el faro, y aconseja a Ellen que vuelva a buscar allí. Ulrik le cuenta a Helena que trapichea con alcohol y cigarrillos de contrabando, y que la noche del asesinato oyó unos gritos en el faro.