Mientras Mitch defiende a una psiquiatra acusada de asesinar a un antiguo paciente que la acosaba, Alex y Andrew de Kinross & Clark trabajan limpiando el disco duro del ordenador de Sarah Holt, que está bajo custodia policial. Por otro lado, Mitch se da cuenta de que hay un tipo duro al fondo del juzgado que no deja de mirarle, con lo que advierte a Abby, Ray y Tammy de que algo marcha mal.