Jarabo es un gran vividor. Su romance con una mujer inglesa casada había complicado la vida de ambos. Ella había colocado su matrimonio en el disparadero. Él había gastado una fortuna en hoteles, cenas y regalos. Asfixiado por la falta de dinero, Jarabo le había pedido a ella un anillo de brillantes que inmediatamente había empeñado para cubrir alguna noche de pasión y lujo. Ahora ella, la única mujer a quien había querido, le reclamaba la joya, alegando que se trataba de un regalo de su marido. Para conseguirla, opta por el peor de los caminos.