La fe mueve montañas. Y así lo entendieron a lo largo de la historia todos los artistas que se pusieron al servicio de Dios para intentar plasmarla.
En el periodo de la Contrarreforma, por ejemplo, algunos fueron más allá: tenían como objetivo principal evangelizar a través del arte.
En este capítulo cogeremos como "leitmotiv" la basílica de la Sagrada Familia y la figura del constructor, Antoni Gaudí, que vio cómo crecía su fe y, al mismo tiempo, se consolidaba su sueño. Nos sumergiremos en el interior de este templo para ser testigos de un espectáculo fascinante. La llegada del sol da luz a todos los rincones en una explosión de color, calidez y armonía. Un espacio mágico lleno de curvas sinuosas, con unas aportaciones arquitectónicas que nacen de la observación de la naturaleza.