Sólo unos días antes de que el caso sea finalmente decidido, Lars ha llegado a la conclusión de que Holly puede no haber sido objeto de violencia. Sin embargo, todavía está convencido de que algo está seriamente mal en la familia, y se sienta a echar un vistazo más de cerca a Dea. Holly se escabulle a la fiesta con Jonathan y pone a prueba los límites. La relación de Dea y Simon está bajo gran presión. Dea está considerando sus opciones. En la desesperación, Simon busca a Holly con la esperanza de que puedan llegar a un acuerdo fuera del sistema, pero Holly se siente amenazada y se aferra a un salvavidas.