La vicepresidenta y su equipo son el blanco de las críticas debido a los rumores sobre su embarazo y al despido de un agente de los servicios secretos, y Selina ordena hacer "parcialmente" pública toda la correspondencia de su oficina. Más tarde, Selina envía a Dan a comprobar que la enmienda Macauley (la envenenada ley de Empleo Limpio) no podrá señalarla. Y dada la impresión cada vez mayor de que su gabinete no funciona, Selina amenaza con despedir a un miembro clave de su personal.