En 2006, durante unas vacaciones familiares en Francia las vidas de Tony y Emily Hughes cambian para siempre cuando su hijo de cinco años, Oliver desaparece. Se lanza un enorme cacería humana, dirigida por uno de los mejores detectives de Francia, pero la policía se enfrentan a una lucha cuesta arriba para encontrar al joven. Oliver parece haber desaparecido en el aire. Ocho años después de la desaparición de Oliver, la perdida ha dado como resultado el fin del matrimonio de Tony y de Emily. Tony se niega a creer que Oliver ha muerto y sigue obstinadamente su búsqueda para encontrar a su hijo. Después de años de búsqueda, Tony se aferra esperanzado cuando surge una nueva pista.