Durante unas vacaciones en Francia, el pequeño Oliver Hughes desaparece sin dejar rastro. Desesperados, sus padres Tony y Emily tratan por todos los medios averiguar que ha pasado con su hijo sin ningún éxito. Como si se tratase de un rompecabezas, se explora el impacto del secuestro de un niño y el coste emocional de la obsesión y la esperanza.