Es viernes y los niños están nerviosos porque sus padres van a visitarles a la Masía de la abuela Eva.
Joel llega a la Masía muy angustiado porque Eva, su madre, ha perdido el guión de su película. Para tranquilizarse, Joel decide que no hay nada mejor que ir a los toboganes del Aquadiver con los niños, ya que es la gran atracción del verano; pero allí, el hijo de Eva tampoco podrá encontrar el relax y la calma que buscaba.
Una pelea entre Bioy y Molins acaba con al despido de Roger, el novio de Teresa. Y es que Bioy se ha enamorado de Teresa y sufre un ataque de celos.
Además, durante el fin de semana, irán surgiendo otros contratiempos. Eva no encuentra el momento de leer el guión de su hijo. Por un lado recibe la visita de su hija mayor, Cristina, muy afectada por su inminente separación; y luego se ocupa de Joana, una vecina víctima de malos tratos que ha agredido a su marido.
Cuando Eva cree que ha encontrado un momento de tranquilidad, una de las parejas que han llegado a la Masía para pasar el fin de semana es objeto de un robo en la playa nudista y deberá ir a buscarles. La gota que colma el vaso es el ingreso de uno de sus hijos mayores en el hospital.
El colofón de este fin de semana, en el que han salido a relucir las rencillas que existen entre los hermanos, es un partido de fútbol en el que se resolverán todas las tensiones.
La conclusión a la que llega Eva después de estos tres días es, que no es fácil ser madre y abuela.