A primera hora de la mañana, Eva batalla con unos operarios que vienen a instalarle un poste telefónico en medio del jardín. Justo en ese momento irrumpe en la masía Nicolás, un ex novio de Eva que va camino del Vaticano donde tiene que cubrir una importante noticia.
La presencia de Nicolás desata una serie de inquietudes en los chicos: ¿Las personas mayores tienen novios?. Lo que parece una visita accidental se convierte en algo más: Nicolás viene a reiniciar la relación rota con Eva.
Mientras tanto, María Antonia, la veterinaria, llega a la masía en busca de varios avestruces. Éstos han escapado de una granja cercana gracias al Dr. Utrera que se llevó por delante la verja de entrada.
Bioy, ajeno a todo este jaleo, se dedica a ayudar “interesadamente” a Teresa a asistir a un recital al que Roger se niega a llevarla.