Mientras que las bombas van a ser intercambiadas por la liberación del último rehén, Rainald está dispuesto a hacer cualquier cosa para evitar que las existencias acaben en manos terroristas. Lo logra gracias a Tina, que manipula a su padre para encontrarlo. A medida que avanza la ceremonia de firma de los acuerdos de paz sobre Yemen, Rainald se da cuenta de que el verdadero terrorista que siempre ha buscado está en la sala, dispuesto a hacer estallar todo.